DEVOCIÓN DE LOS NUEVE PRIMEROS VIERNES DE MES AL SAGRADO CORAZÓN
La Gran Promesa:
Jesús promete la gracia de la penitencia
final, es decir, la salvación eterna, si comulgas nueve primeros viernes de mes
seguidos. Podrás estar seguro de su compañía y protección en esta vida y en la
eternidad.
Te sugerimos registrar en la
tarjeta adjunta a este manual las comuniones consecutivas en los viernes
primeros para asegurarte que no te falte ninguno.
Condiciones para alcanzar esta gracia.
-Recibir la Sagrada
Eucaristía, con la debida disposición (en estado de gracia), durante nueve
primeros viernes de mes de forma consecutiva (sin ninguna interrupción).
-Tener la intención de
honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la perseverancia final.
-Ofrecer cada Sagrada
Eucaristía como acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo
Sacramento.
PARA PREPARARSE A LA RECEPCIÓN DE LA EUCARISTÍA LOS VIERNES
PRIMEROS SE PUEDEN REZAR LAS SIGUIENTES ORACIONES.
Oración de ofrecimiento
Corazón amoroso de Jesús
Sacramentado, propongo con tu gracia, hacer la confesión y la comunión de los
primeros viernes, para dar gloria, amor y reparación a tu Divino Corazón herido
y lastimado por mis pecados. Pido a la Santísima Virgen María me acompañe
cuando me acerque a recibirte.
PRIMER VIERNES
«Yo te prometo, en el exceso
de la misericordia de mi Corazón, que mi amor omnipotente concederá a todos los
que comulguen los primeros viernes de mes, durante nueve meses consecutivos, la
gracia de la penitencia final, y que no morirán en desgracia, ni sin recibir
los santos sacramentos, asegurándoles mi asistencia en la hora postrera».
¡Oh buen Jesús, que
prometiste asistir en vida, y especialmente en la hora de la muerte, a quien
invoque con confianza tu Divino Corazón!, te ofrezco la comunión del presente
día, a fin de obtener por intercesión de María Santísima, tu Madre, la gracia
de poder hacer este año los nueve primeros viernes que deben ayudarme a merecer
el cielo y alcanzar una santa muerte. Amén.
Oración final (para todos los viernes)
Jesús mío, te doy mi
corazón, te consagro toda mi vida, en tus manos pongo la eterna suerte de mi
alma y te pido la gracia especial de hacer mis nueve primeros viernes con todas
las disposiciones necesarias para ser partícipe de la más grande de tus
promesas, a fin de tener la dicha de verte y gozar en el cielo. Amén.
SEGUNDO VIERNES
«Les daré todas las gracias
necesarias a su estado de vida».
Jesús misericordioso, que
prometiste a cuantos invoquen confiados a tu Sagrado Corazón, darles las
gracias necesarias a su estado, te ofrezco mi comunión del presente día para
alcanzar, por los méritos e intercesión de tu Corazón Sacratísimo, la gracia de
una tierna, profunda e inquebrantable devoción a la Virgen María. Siendo
constante en invocar la valiosa providencia de María, ella me alcanzará el amor
a Dios, el cumplimiento fiel de mis deberes y la perseverancia final. Amén.
Hacer la Oración
final.....
TERCER VIERNES
«Pondré paz en las familias.
Bendeciré los lugares donde se venera la imagen de mi Corazón».
Jesús amantísimo, que
prometiste bendecir la casa donde se venera la imagen de tu Sagrado Corazón,
quiero que ella presida mi hogar, te ofrezco la comunión del presente día para
alcanzar por tus méritos y por la intercesión de María, tu Madre, que todos y
cada uno de los miembros de mi familia conozcan sus deberes, los cumplan
fielmente y logren entrar en el cielo con las manos llenas de buenas obras.
¡Oh Jesús, que te complaces
en alejar de nuestro hogar las contrariedades, las enfermedades y la miseria!
Haz que, nuestra vida sea una acción de gracias por tantos beneficios. Amén.
Hacer la Oración
final.....
CUARTO VIERNES
«Seré su consuelo en todas
las tribulaciones»
Jesús mío, que prometiste
consuelo a cuantos a Ti acuden en sus tribulaciones, te ofrezco mi comunión del
presente día para alcanzar de tu Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de tu
Madre Santísima, la gracia de venir al Sagrario a pedir fuerza y consuelo
cuantas veces me visiten las penas. ¡Oh Jesús, oh María, consuelen y salven a
los que sufren! ¡Hagan que ninguno de sus dolores se pierda para el cielo!
Amén.
Hacer la Oración
final.....
QUINTO VIERNES
«Derramaré copiosas
bendiciones en todas sus empresas».
Jesús mío, que prometiste
bendecir los trabajos de cuantos invoquen confiados tu Divino Corazón, te
ofrezco la comunión del presente día para alcanzar por tu Santísima Madre la
gracia de que bendigas mis estudios, mis exámenes, mi oficio, y todos los trabajos
de mi vida. Renuevo el inquebrantable propósito de ofrecerte cada mañana al
levantarme, y por mediación de la Santísima Virgen, las obras y trabajos del
día, y de trabajar con empeño y constancia para complacerte y alcanzar la
recompensa del cielo. Amén.
Hacer la Oración
final.....
SEXTO VIERNES
«Los pecadores hallarán en
mi Corazón un océano de misericordia».
Sagrado Corazón de Jesús,
siempre abierto a los pecadores arrepentidos, te ofrezco la comunión del
presente día para alcanzar por tus méritos infinitos y por los de tu Santísima
Madre la conversión de cuantos obran mal. Te suplico, ¡buen Jesús!, inundes su
corazón de un gran dolor por haberte ofendido. Haz que te conozcan y te amen.
Dame la gracia de amarte más y más y en todos los instantes de mi vida, para
consolarte y reparar la ingratitud de quienes te olvidan. Amén.
Hacer la Oración
final.....
SÉPTIMO VIERNES
«Los tibios se harán
fervorosos. Los fervorosos se elevarán rápidamente a gran perfección».
Sin tu auxilio, Jesús mío,
no podemos avanzar en el camino del bien. Señor, por mediación de la Virgen
María, te ofrezco la comunión de este día para que avives en mi alma el amor a
tu Corazón Sagrado y concedas tu amor a cuantos no lo sienten. Ayudado de tu
divina gracia lucharé, Señor, para que cada semana, cada mes, avance un poco en
la virtud que más necesito. Amén.
Hacer la Oración
final.....
OCTAVO VIERNES
«Daré a cuantos trabajan por
la salvación de las almas el don de ablandar los corazones más endurecidos».
Sagrado Corazón de Jesús,
que prometiste inspirar a los que trabajan por la salvación de las almas
aquellas palabras que consuelan, conmueven y conservan los corazones; te
ofrezco mi comunión de hoy para alcanzar, mediante la intercesión de María
Santísima, la gracia de saber consolar a los que sufren y la gracia de volver a
Ti, Señor, a los que te han abandonado. ¡Dulce Salvador mío, concédeme y
ayúdame a salvar almas! ¡Son tantos y tantos los desgraciados que empujan a los
demás por el camino del vicio y del infierno! Haz, Señor, que emplee toda mi
vida en hacer mejores a los que me rodean y en llevarlos conmigo al cielo.
Amén.
Hacer la Oración
final.....
NOVENO VIERNES
« Las personas que propaguen
esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón y jamás será borrado de
Él».
Te ofrezco, Jesús mío, la
comunión del presente día para alcanzar la gracia de saber infundir en el alma
de cuantos me rodean la ilimitada confianza en tu Corazón Divino. Dame cuanto
necesito para llevar a Ti a los que luchan, a los que lloran, a los caídos, a
los moribundos. Y dígnate, ¡oh Jesús! escribir hoy mi nombre en tu Corazón y di
a los ángeles que rodean tu Tabernáculo: «Este nombre es el de un devoto que,
amándome mucho, quiere consolarme del olvido e ingratitud de tantos hombres».
Amén.
Hacer la Oración
final.....
OFRECIMIENTO DE LA COMUNIÓN
Después de recibir la Sagrada Eucaristía, se puede rezar en
silencio la siguiente oración:
Corazón de Jesús, que has
dado la vida por mí, que desbordas amor infinito, concédeme la abundancia de
tus dones y de tu amor. Concédeme amarte y hacerte amar con todo mi corazón,
con toda mi alma, con todas mis fuerzas. Gracias por tu promesa de los primeros
viernes. Con esta intención acabo de recibirte en la Santa Eucaristía.
Concédeme morir con arrepentimiento sincero, esperando tu misericordia y amando
la bondad inmensa de tu Corazón. ¡Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío!
ALMA DE CRISTO
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo,
embriágame.
Agua del costado de Cristo,
lávame.
Pasión de Cristo,
confórtame.
Oh buen Jesús, óyeme.
Dentro de tus llagas,
escóndeme.
No permitas que me separe de
Ti.
Del enemigo malo,
defiéndeme.
En la hora de mi muerte,
llámame.
Y mándame ir a Ti, para que
con tus santos te alabe y te bendiga por los siglos de los siglos.
Amén.
RENOVACIÓN DE LA
CONSAGRACIÓN PARA LOS PRIMEROS VIERNES DE MES
Se recomienda hacer después
de comulgar y de ser posible delante de la imagen del Sagrado Corazón
¡Oh amabilísimo Jesús mío!
Para probarte mi gratitud, y en desagravio del gran número de infidelidades con
que te he ofendido, yo_______________ te ofrezco mi corazón, me consagro
enteramente a Ti y propongo con tu gracia no volver a ofenderte jamás.
Se recomienda que cada apóstol del Sagrado Corazón de Jesús
lleve un control de las comuniones de los nueve viernes primeros. Para ello
puede servir la tarjeta adjunta a este manual o el siguiente modelo:
¡Da clic sobre la imagen y
descárgala!
CONSAGRACIÓN FAMILIAR
(Viernes primeros, una vez al mes)
Señor Jesús, al contemplar
en tu Corazón inflamado de amor por nosotros la expresión mas viva de tu amor
personal por nosotros y por nuestros hermanos los hombres, nos consagramos a Ti
como familia con toda nuestra persona y vida, acciones, penas y sufrimientos, para que hagas uso de todo
nuestro ser para honrarte, amarte y glorificarte.
De hoy en adelante,
aceptamos gustosos el pacto que Tú nos propones de cuidar Tú de nosotros y de
nuestras cosas y cuidar nosotros de Ti y de tu gloria.
Ponemos en tus manos todo lo
nuestro: vida familiar, negocios y ocupaciones todas; nuestros cuerpos con
todos sus sentidos, salud, vida; nuestras almas con todas sus potencias,
virtudes, méritos; nuestra propia salvación
y santificación. Sé fortaleza en nuestra debilidad e inconstancia. Sé
para nosotros el refugio en la hora de la muerte. Corazón de Amor, en Ti
ponemos toda nuestra confianza. De tu amor todo lo esperamos. Erradica de
nosotros, Señor, todo lo que te disguste o pueda apartarnos de Ti. Que tu amor
se imprima tan profundamente en nuestros corazones que jamás te olvidemos
nosotros y que jamás nos separemos de ti. Que bajo tu protección caminemos
juntos hacia ti por el camino de tu Evangelio y al final de nuestras vidas
gocemos para siempre de Ti en el cielo.
Cuida Tú de nosotros.
Nosotros en cambio cuidaremos de Ti, te glorificaremos cuando podamos. Te
prometemos contribuir con comuniones, misas, rosarios y oraciones. Con la paciencia en sufrir las
cruces ordinarias de la vida, con el cumplimiento de la obligaciones de nuestro
estado, con las obras de misericordia, con las limosnas y sacrificios, con el
apostolado y el compromiso personal para que tu amor divino llegue al corazón
de los hombres, de las familias y de las sociedades, esforzándonos por vivir y
hacer vivir el mensaje de tu Evangelio.
Asimismo, siendo el
sacerdote la porción más amada por tu Corazón Santísimo, y la más comprometida
en hacer llegar tu amor redentor a todos los hombres, nos comprometemos ante Ti
a rezar por ellos, a promover las vocaciones sacerdotales y a aceptarla y
apoyarla de buen grado cuando, en tu amor infinito, llames a tu servicio a uno
de nuestros seres más queridos.
Queremos que tu reinado de
amor se extienda por todo el mundo; que tu amor y tu paz alcancen al mundo
entero y transformen el valle de lágrimas en el que vivimos en un pedazo de
cielo. Haznos perfectísimos amantes y apóstoles de tu amantísimo Corazón. Amén.
¡QUE REINES CORAZÓN
DIVINO!
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