LAS DEVOCIONES AL SAGRADO
CORAZÓN
La devoción al Sagrado
Corazón de Jesús consiste en reconocer y adorar en el Corazón de Cristo al amor
misericordioso del Hijo de Dios, que se ofrece como víctima en la cruz para
salvarnos de nuestros pecados. Al reconocer este amor, surgen la gratitud y adoración
que le damos a Él y a su Corazón, que es la fuente de su amor y el deseo de
imitarlo: «Oh Jesús, manso y humilde de corazón, haz mi corazón semejante al
tuyo».
Ser Devoto del Sagrado
Corazón de Jesús se traduce en amar su Corazón para corresponder al amor que él
nos tiene, reparar las ofensas hechas a su Corazón y consagrarnos a Él para
rendirle gloria.
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús tiene como expresiones
centrales los siguientes medios:
EL AMOR AL CORAZÓN DE JESÚS:
«Tengo sed abrasadora de ser
amado por los hombres». Responder a la llamada de amor que quiere de cada uno
de nosotros.
LA COMUNIÓN REPARADORA:
«Me recibirás Sacramentado
tantas veces como la obediencia quiera permitírtelo». Reparar las ofensas a su
Sagrado Corazón.
LA CONSAGRACIÓN AL CORAZÓN DE JESÚS:
La consagración de nuestro
corazón a Él, consiste en el compromiso de entregarnos totalmente a Él día a
día como auténticos cristianos.
LA ENTRONIZACIÓN DEL SAGRADO CORAZÓN EN LOS HOGARES:
Compromiso mutuo entre el
Sagrado Corazón y la familia. «En todo lugar en que la imagen sea entronizada
con la finalidad de ser honrada atraeré toda clase de bendiciones».
LA CELEBRACIÓN DE LOS PRIMEROS VIERNES DE MES:
«Comulgarás todos los
primeros viernes de mes». «En el exceso de mi misericordia, a quienes comulguen
nueve primeros viernes de mes seguidos, les prometo darles asilo seguro en el
último momento».
LA HORA SANTA:
En reparación, brindar una
hora de adoración todos los jueves, frente al Santísimo Sacramento o en forma
personal en nuestro hogar. Se realiza buscando la reparación por las ofensas y
pecados contra el Santísimo Sacramento.
LA SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS:
Participando de la Santa
Eucaristía, con sentido de reparación.
LA PROPAGACIÓN DEL AMOR AL CORAZÓN DE JESÚS:
Nos invita a promover la
reparación del Corazón de Jesús, porque Él nos ama mucho y no reconocemos su
amor, le ofendemos y nos olvidamos de Él.
LA ADORACIÓN A LA SANTA EUCARISTÍA: Brindándole honor, amor y reparación.
LA HORA DE PRESENCIA (GUARDIA DE HONOR):
Escoger una hora diaria y
ofrecerla al Corazón de Jesús, sin cambiar tu actividad cotidiana.
EL “DETENTE”:
Es una pequeña imagen del Sagrado Corazón de
Jesús con esta corta leyenda: «Detente, el Corazón de Jesús está conmigo». No
necesita bendición ni imposición del sacerdote.
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