ENTRONIZACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
El Sagrado Corazón de Jesús
pide reinar en todos los hogares mediante su imagen bendecida por un sacerdote.
Desea ocupar un lugar en
donde se le ame y se le pida permanentemente su paternal protección.
Introducción
La consagración no es otra
cosa que entregarse a Jesucristo, es la dedicación de nuestras personas y de
nuestras cosas, reconociéndolas recibidas de la eterna caridad de Dios. Con la
consagración aceptamos su imperio de verdad, justicia y caridad en nuestras
vidas.
Consagrarse es ponerse
totalmente a disposición de Cristo, es por eso un acto serio y bien meditado.
Igual que cuando se consagra un cáliz o un altar, éste deja de estar al
servicio de bebidas y cenas para pasar al servicio exclusivo de Dios, cuando se
consagra una persona o una casa, ésta se pone al servicio del Señor para tratar
de hacer en todo su voluntad. Por eso se llama también entronización, porque
pones un trono real en tu casa, el trono de Cristo, al cual proclamas como tu
Rey y le quieres servir por amor.
Darle el lugar que le
corresponde al Sagrado Corazón de Jesús en nuestra familia, es tratar de que todo
lo que se haga y se viva, sufrimientos, alegrías, trabajos, inquietudes, se
ofrezca al Señor para la redención de la propia familia y del mundo.
-Pasos para la Entronización
-Preparación para la entronización.
-Bendición de la casa.
-Bendición de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús.
-Entronización de la imagen.
-Rezo del Credo.
-Palabras o mensaje de quien preside la entronización.
-Fórmula de consagración.
-Oración por los ausentes y
fallecidos.
-Consagración de los niños.
-Bendición final.
1. PREPARACIÓN PARA LA ENTRONIZACIÓN
Elíjase para la ceremonia de
entronización, y la renovación, un día que tenga un significado especial para
la familia (el aniversario de bodas, por ejemplo), o el día de una fiesta
litúrgica apropiada.
A mayor y más seria
preparación para la entronización, mayores serán las bendiciones que seguirán a
este evento. La preparación puede extenderse a tres días (un triduo) o a nueve
días (una novena) como se sugiere en el manual “La devoción al Sagrado Corazón
y medios para vivirla”.
Como preparación inmediata se recomienda:
Conocer qué es la
entronización y su importancia. Se recomienda seguir la preparación sugerida en
este manual.
Se recomienda que sea un
sacerdote quien lleve a cabo la ceremonia. De no ser posible, puede realizarse
por quien preside en la familia, padre, madre o hijo mayor.
Lo ideal es que ese día la
familia haya ofrecido la Sagrada Eucaristía por el reinado del Sagrado Corazón
en su hogar. Si no se puede ese día, la familia debe proponerse asistir a misa.
Misa el siguiente domingo y
tratar de recibir la Eucaristía como un acto de amor y reparación al Sagrado
Corazón de Jesús.
Colocar el retablo, estatua
o imagen del Sagrado Corazón en un lugar de honor reservado exclusivamente para
el Sagrado Corazón, el cual puede estar decorado con velas y flores.
Invitar a familiares y
amigos a estar presentes en la entronización, así comenzarás a ser un apóstol
del Sagrado Corazón.
Después de la ceremonia se
sugiere hacer un festejo de acuerdo con las posibilidades de cada familia como
manifestación de gozo por la entronización.
2. BENDICIÓN DE LA CASA
Cuando la entronización la
hace un sacerdote, primero se hace la bendición de la casa. A la hora prevista,
los padres, hijos y amigos se reúnen en el sitio principal de la casa para la
ceremonia.
V. Nuestro
auxilio está en el Nombre del Señor
R. Que hizo el cielo y la
tierra.
V. El
Señor esté con vosotros.
R. Y
con tu espíritu.
Oremos.
Oh Señor, Dios Altísimo,
bendice + esta casa. Reine en ella la salud, castidad, victoria sobre el
pecado, fortaleza, humildad, mansedumbre y bondad de corazón, observancia plena
de tu ley y gratitud por todos tus beneficios. Y permanezca siempre esta
bendición sobre esta casa y sobre quienes la habitan, ahora y siempre, y por
los siglos de los siglos. Amén.
3. BENDICIÓN DE LA IMAGEN DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Cuando resulte imposible la presencia del sacerdote, la imagen
deberá ser bendecida previamente por un sacerdote.
Si la entronización la preside un sacerdote, la familia se
coloca frente a la imagen. El sacerdote, con alba y estola blanca, comienza la
bendición.
V. Nuestro
auxilio está en el Nombre del Señor.
R. Que hizo el cielo y la
tierra.
V. El
Señor esté con vosotros.
R. Y
con tu espíritu.
Oremos.
Omnipotente y sempiterno
Dios, te rogamos que en tu bondad bendigas y santifiques esta imagen en honor y
memoria del Sacratísimo Corazón de tu Hijo Unigénito, nuestro Señor Jesucristo,
para que, siempre que miremos sus apariencias con los ojos del cuerpo, podamos
con los ojos de la mente meditar su santidad y ser llevados a imitar sus obras.
Todos quienes en su presencia procuren honrar y servir humildemente a tu Hijo
Unigénito, nuestro Señor Jesucristo, por sus méritos e intercesión, puedan
alcanzar de Ti la gracia en la vida presente y la gloria eterna en la vida por
venir. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Luego el sacerdote rocía la imagen con agua bendita.
4. ENTRONIZACIÓN DE LA IMAGEN
Luego, el padre de familia
coloca la imagen del Sagrado Corazón de Jesús en el lugar de honor, para rendir
homenaje al Reinado de Amor de Jesucristo.
5. REZO DEL CREDO
Después de la bendición,
como expresión explícita de la fe de la familia, todos rezan el Credo, de pie y
en voz alta.
Creo en un solo Dios,
Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la
tierra,
de todo lo visible y lo
invisible.
Creo en un solo Señor
Jesucristo,
Hijo único de Dios, nacido
del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado no creado, de la
misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación,
bajo del cielo,
y por obra del Espíritu
Santo
se encarnó, de María, la
Virgen,
y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día,
según las Escrituras
y subió al cielo, y está
sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con
gloria, para juzgar a vivos y muertos,
y su Reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del
Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los
profetas.
Creo en la Iglesia,
que es una, santa,
católica y apostólica.
Confieso que hay un solo
bautismo
para el perdón de los
pecados.
Espero la resurrección de
los muertos
y la vida del mundo futuro.
Amén.
6. MENSAJE DE QUIEN PRESIDE
LA ENTRONIZACIÓN
Todos toman asiento,
mientras quien preside la entronización dirige unas palabras a los presentes.
Les recuerda:
El significado de la
entronización,
La vida cristiana de
obediencia, confianza y amor que el Sagrado Corazón espera de las familias que
le han dado este honor;
Las bendiciones especiales y
abundantes que se dan a aquellas familias fieles a las promesas al Sagrado
Corazón de Jesús;
La promesa de la familia de
renovar frecuentemente su consagración, especialmente los viernes primeros y en
el aniversario de la entronización.
7. FÓRMULA PARA LA
ENTRONIZACIÓN (APROBADA POR SAN PIO X PARA LA ENTRONIZACIÓN DEL SAGRADO CORAZÓN
DE JESÚS EN LA FAMILIA)
A continuación los presentes
rezan la siguiente consagración.
¡Oh Sacratísimo Corazón de
Jesús!, Tú manifestaste a santa Margarita María el deseo de reinar sobre las
familias cristianas; venimos a proclamar tu absoluto dominio sobre la nuestra.
De hoy en adelante queremos vivir en tu vida, queremos que en nuestra familia
florezcan las virtudes por las cuales prometiste la paz en la tierra, y
queremos desterrar de nosotros el espíritu mundano. Tú has de reinar en
nuestros entendimientos por la sencillez de nuestra fe, y en nuestros corazones
por el amor que arderá para Ti solo, procurando nosotros mantener viva esta
llama con la frecuente recepción de la Eucaristía.
Dígnate, oh Corazón Divino,
presidir nuestras reuniones, bendecir nuestras empresas espirituales y
temporales, apartar de nosotros los vanos cuidados, santificar nuestras
alegrías, consolar nuestras penas. Si alguna vez alguien de entre nosotros
tuviese la desgracia de ofenderte, recuérdale oh Corazón de Jesús, que eres
bueno y misericordioso con los pecadores arrepentidos.
Y cuando suene la hora de la
separación, cuando venga la muerte a traer duelo en medio de nosotros, todos,
así los que se vayan como los que se queden, estaremos conformes con tus
eternos decretos. Nos consolaremos pensando que ha de venir un día en que toda
la familia reunida en el cielo, podrá cantar eternamente tus glorias y tus
beneficios.
Dígnese el Corazón
Inmaculado de María, dígnese el glorioso Patriarca san José presentarte esta
consagración y recordárnosla todos los días de nuestra vida. Amén.
¡Viva el Corazón de Jesús
nuestro Rey!
8. ORACIÓN DE LOS AUSENTES Y
FALLECIDOS
Nadie de la familia debería
estar ausente en esta ocasión solemne. Por lo tanto se debe recordar a los que
han fallecido. Por ellos, rezar un Padrenuestro, un Avemaría, y el Gloria por
ellos y por los que están ausentes.
Padrenuestro. Avemaría. Gloria
Que las almas de los fieles
difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz.
Amén.
9. CONSAGRACIÓN DE LOS NIÑOS
AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Si parece oportuno, los
niños rezan la siguiente oración:
Oh Corazón de Jesús, Corazón
de nuestro mejor amigo y nuestro Rey. Tú que has sido colocado en tu trono en
esta casa, para que siempre vivas con nosotros, dinos aquellas mismas palabras:
«Dejad que los niños vengan a Mí». (Mc 10, 14)
¡Míranos, Oh Corazón de
Jesús!, arrodillados a tus pies. Te prometemos ser obedientes y respetuosos,
como Tú lo fuiste con la Virgen María y san José en la pequeña casa de Nazaret,
para que podamos crecer en virtud y en sabiduría según nuestra edad.
Corazón de Jesús, Tú quieres
también poseer nuestros corazones, pues dijiste: «Hijo mío, dame tu corazón».
Nosotros queremos consolarte con nuestro amor, por todos los que no te conocen
o no quieren amarte. Jesús, amigo de los niños, recibe nuestros corazones,
hazlos puros, santos y felices. Recibe también nuestros cuerpos, nuestras
almas, y toda nuestra voluntad.
¡Nos consagramos a Ti ahora
y por siempre!
Sé Tú sólo nuestro Rey.
Todos nuestros pensamientos, nuestras palabras, nuestras acciones y nuestras
oraciones, los consagramos a ti, nuestro amigo y nuestro Rey.
Todo es tuyo, Oh Sagrado
Corazón de Jesús.
Los niños pueden recitar un
poema o canción en honor del Sagrado Corazón, los más pequeños pueden hacer un
dibujo.
10. BENDICIÓN FINAL
El sacerdote o quien preside
la entronización hace una oración final.
El sacerdote y la familia
firman el certificado de entronización. Este certificado sirve para recordar
solemnemente la fecha en que fue entronizado el Sagrado Corazón de Jesús en el
hogar para que la familia lo conmemore cada año.
RENOVACIÓN DIARIA DE LA
CONSAGRACIÓN DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Para la renovación puede
usarse la fórmula hecha el día de la consagración de la familia, u otra como la
siguiente:
Dulce Salvador, postrados
humildemente a tus pies, renovamos la Consagración de nuestra familia a tu
Divino Corazón. Sé por siempre nuestro Rey; tenemos plena y total confianza en
Ti. Llene tu espíritu nuestros pensamientos, nuestros deseos, nuestras
palabras, y nuestras obras. Bendice nuestras empresas. Sé parte de nuestras
alegrías, de nuestras pruebas, y de nuestros esfuerzos. Haznos conocerte mejor,
amarte más, y servirte sin falta. De un extremo al otro de la tierra resuene el
grito: «¡Sea amado, bendito y glorificado por siempre y en todo lugar el
Corazón triunfante de Jesús!» Amén.
(Indulgencia parcial una vez
al día cuando la familia reunida recita esta oración. Cardenal Mercier, 16 de
enero de 1913).
Se sugiere hacer la renovación los viernes
primeros de mes después de la comunión y en el aniversario de la primera
entronización.
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